El
próximo lunes, 25 de marzo, aterrizan en el programa paralelo de Tenerife Noir el relato negro-satírico de
Miguel Ángel de Rus con
36
maneras de quitarse el sombrero, y la novela histórica
policíaca de Francisco Javier Illán
Vivas con 1314,
la venganza del templario. Ambos libros se presentarán el 25
de marzo, a las 19,15 h en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Tenerife, Avenida Tres
de mayo, Tenerife. Presentará ambos libros el escritor tinerfeño Javier Hernández
Velázquez.
Antes de las
presentaciones, a las 19h, M.A.R.
Editor entregará los el diploma acreditativo de Ganador del VI Premio
Alexandre Dumas de Novela Histórica a Javier Hernández Velázquez. Por su novela
Baraka
-que se presentará en Tenerife el día 5 de abril-. Asimismo se entregará el
diploma acreditativo del Accésit del premio a Francisco Javier Illán
Vivas.
Los
libros:
El
tinerfeño Javier Hernández
Velázquez presenta ambos libros, siendo el primero de ellos
36
maneras de quitarse el sombrero de
Miguel Ángel de Rus, del que ha
afirmado Carlos Augusto Casas
(ganador del Premio Ciudad de Santa Cruz 2018) que se trata de “Relato negro y
humor negro que alcanzan su cumbre cuando se nos muestra a Trump negociando con
el contratista que construirá el muro con México por dónde pasará la droga y
cuánto subirá su precio, por dónde pasarán los inmigrantes ilegales y cuánto
cobra ahora cada mafia, dónde estarán en el muro los prostíbulos, los casinos,
los hoteles, y cuánto ganará él por todo ello (…), es además el retrato del
panorama desolado del sistema capitalista, del mundo libre, en el que De Rus nos
muestra un terrible paralelismo con la Europa de finales de los años
30”.
Son 36 relatos de los que
afirma De Rus “En ellos los
protagonistas son Carlos de Inglaterra y Camilla yendo en un coche blindado por
las calles de Gibraltar y sufriendo un potente atentado terrorista, los
políticos de una Cumbre Mundial que acabarán envenenados, o líderes religiosos
de sectas yanquis llevando a la gente a la autodestrucción, convencidos del fin
del mundo. Ellos nos hacen vivir como quieren y nos hacen creer que somos
libres, y en mis relatos muestro el lado más terrible y el más risible de su
realidad”.
Para el Académico de la
Lengua, José María Merino, “hace
mucho que no encontramos en nuestra literatura esta sátira explícita,
implacable. Se trata de un libro transgresor, provocador social y políticamente,
que podemos considerar, en estos tiempos tan pacatos en la aproximación a
ciertas materias, políticamente incorrecto, y que se aproxima a muchos aspectos
de la realidad desde lo esperpéntico”.
El tinerfeño Javier Hernández Velázquez presenta también
1314,
la venganza del templario, de Francisco
Javier Illán Vivas, una novela
histórica de tintes policíacos. Desde su creación, la Orden del Temple tuvo
acceso a secretos que confirmarían las bases del Cristianismo o, por el
contrario, derrumbarían los cimientos sobre los que se sustentaba. La duda, y la
controversia, siguen vivas siglos después. En 1314, la venganza del templario,
se ofrecen muchas respuestas. El último Gran Maestre, Jacobo de Molay, envió a
uno de sus freiles de confianza en busca del fruto de la vida, aquel del que se
habla en el Apocalipsis y que crecía en la zarza ante la que Moisés se postró.
Una misión que al aragonés le llevó siete años. En su larga búsqueda, quedó
ajeno a los acontecimientos que se precipitaron en Francia, con la detención de
todos los freiles templarios en una misma noche, la fatídica del 13 de octubre
de 1307
Afirma Illán Vivas: “La trama policíaca de la novela nace del
encargo que hace el rey francés Felipe IV, dispuesto a apoderarse de los bienes
del Temple, y aconsejado por su ministro Guillermo de Nogaret. Felipe IV ordena
a su Inquisidor General, Guillermo de París, que interrogue a todos los posibles
templarios, para descubrir de qué crímenes se les podía acusar. Ahí el Estado
Francés, deseoso de apoderarse de las riquezas del Temple inicia un proceso
detectivesco para descubrir cómo incriminarles en delitos y el modo de dar
muerte a destacados ciudadanos. La acusación es que los templarios habían matado
a diversos acólitos del rey. Se abre un proceso policíaco y judicial, en manos
de la Inquisición, que es el antecedente de los modos en que ahora vemos actuar
en modo conjunto a policía y justicia, aunque en aquella época los modos y las
penas eran mucho más duros”.