P.- En Oculto entre las sombras muestras a un criminal en serie. ¿Podemos estar rodeados de más de los que pensamos?
Respuesta.- Por suerte los asesinos seriales no abundan en la sociedad aunque
no hay pocos delincuentes que tengan algún tipo de psicopatía.
P.- ¿Vivimos a veces con una sensación
de seguridad excesiva? ¿No deberíamos estar más atentos a nuestro entorno, sobre
todo en la defensa de los menores?
R.- La seguridad ciudadana es una de las principales demandas sociales por la
delincuencia real, pero también con la percepción que desde la sociedad se
tiene de ella. Creo que si tenemos una sensación de seguridad alta es porque la
policía está haciendo bien su trabajo. Por desgracia, somos muy dados a dejar
la responsabilidad de la seguridad a los expertos en esa materia, me explico:
mucha gente piensa que la policía es la encargada de velar por su seguridad
cuando en realidad deberíamos tener un concepto diferente de lo que significa
seguridad, pensarla como un concepto amplio en el que todos deberíamos
participar de ella, cada uno a su nivel pero siendo conscientes de que la
seguridad integral no existe y que cada uno tenemos que aportar nuestro granito
de arena.
P.- Resulta especialmente preocupante
cómo este tipo de criminales pueden pasar durante años por gente honorable, con
vidas normales. ¿Cómo lo logran?
R.-Cierto. El que tu vecino, tu compañero de trabajo o el panadero pueda
ser un psicópata es un hecho tan real como tú y yo y eso, si te pones a
analizarlo, da pavor. Ahora bien, que alguien sea un psicópata no quiere decir
que sea un asesino, es más, muchos de ellos son incapaces de ejercer la
violencia, son los llamados psicópatas integrados. La principal característica
de este tipo de individuos es que carecen de sentimientos y de empatía y aunque
no son capaces de ponerse en el lugar de nadie, comprenden las emociones de los
demás y las usan en su beneficio para manipular y conseguir sus objetivos.
P.- Por tu trabajo como policía nacional
conoces a la perfección los métodos de trabajo del cuerpo. ¿El lector de Oculto
entre las sombras va a conocer mejor cómo se persigue el delito tras
leerte?
R.- Cuando escribí la novela mi idea era que el lector disfrutara y que se
metiera en la piel de los investigadores de la policía. Me gustaría que tratara
de enlazar todos los datos que se van dando; de hecho, he de confesar que en
casa terminé haciendo, en un mural de corcho, (sí, como veis en las películas y
en las series de televisión), un diagrama de nodos en el que, con un hilo iba
enlazando desde las fechas de los crímenes hasta los investigadores y te
aseguro que fue muy divertido el ver cómo llegaba a la conclusión de quién era
el asesino. Sobre los métodos de trabajo de la policía, es cierto que se
muestran varias técnicas de investigación tradicionales, pero también quería
dar a conocer a los excelentes profesionales de la policía que trabajan,
digamos, en segundo plano. Los investigadores son quienes llevan el peso de las
investigaciones aunque no trabajan solos, hay un enorme grupo de expertos que
contribuyen de forma decisiva en la resolución de un delito.
P.- ¿Tu novela está más cerca del hard
boiled, la policiaca, procedimental o el terror?
R.- Diría que Oculto entre las sombras está a caballo entre la
policiaca y la procedimental pero es indiscutible que el mostrar los crímenes
que puede cometer un ser humano, da verdadero terror.
P.-Personas que han sido atrapadas por
la policía salen como inocentes en un juicio, o pactando penas mínimas, o si
alguien entra en tu casa y te lo roba todo y le cogen vendiéndolo la condena es
sólo por la venta, porque no se les puede considerar ladrones, o se acaba del
plazo de instrucción sin llegar a juzgarse… ¿Esto hace que los ciudadanos vayan
perdiendo la fe en la justicia?
R.- Es una pregunta muy interesante. Creo que
lo que existe es un desconocimiento enorme de lo que es la justicia. Una cosa
es entrar en una casa a robar y otra diferente es vender el botín obtenido de
un robo. Puede ser la misma persona, cierto, pero también pueden ser personas
diferentes y si no hay pruebas suficientes para demostrar que el individuo que
lo estaba vendiendo es el mismo que lo ha robado entonces no se puede juzgar
por robo. Cosa diferente son los tiempos, a todos nos gustaría que la justicia
fuera mucho más rápida pero conozco la sobresaturación que hay en los juzgados.
P.-¿Qué autores te pueden haber influido
como escritor?
R.- No podría indicarte a alguno en concreto porque creo que cada vez lees un
libro te quedas con un pedacito de su escritor pero por hablar de alguno de los
escritores que me gustan diría que José Carlos Somoza y los eternos clásicos
como Agatha Christie
P.-Esta novela no surge como una obra en
solitario, sino que los personajes seguirán con sus trabajos en nuevas novelas
R.- Así es, esta novela es la primera parte de una trilogía con la que he
tratado de explorar la parte más oscura del ser humano. No puedo desvelar gran
cosa salvo que los personajes aún tiene mucho por delante y a lo largo de toda
la historia van a ir profundizando en esa oscuridad. Te aseguro que las otras
dos partes no van a dejar indiferente a nadie.
P.-Has sido el ganador del XIII Premio
Wilkie Collins de Novela Negra, lo que conlleva la presentación de la novela en
el prestigioso festival Tenerife Noir. ¿Esperabas un inicio tan llamativo para
tu carrera como escritor?
R.- En absoluto; creo que la novela es buena, pero el ganar el premio Wilkie
Collins y que la novela se presente en el festival Tenerife Noir es algo que no
me había atrevido ni a imaginar. El tratar de entrar en este mundo es muy
difícil y lo es aún más si, como yo, eres un neófito. Por eso quiero agradecer
a M.A.R. Editor el Premio Wilkie Collins de Novela Negra, y su apuesta por las
novelas que se han presentado en él. Éramos muchos escritores e imagino que no
habrá sido fácil la elección. Sin duda, éste es el mejor de los inicios que
podría tener y he de confesar que me da un pelín de vértigo. Ahora estoy
expectante y con muchas ganas de disfrutar de la presentación y de todo lo que
conlleva aparejado el premio. La idea de poder ir a festivales como