Pregunta.- La inauguración de esta segunda antología de cuentos la llevas a cabo con un título, Cuentos entre encuentros, que parece una declaración de intenciones
R.- Así es. El título de “Creación”, que remite a la idea de producción de algo nuevo, sitúa siempre al creador en el punto de mira, es decir, para bien o para mal, al creador siempre se le achaca el acierto o el desacierto en función de la elección adecuada de aquello que va a lanzar al universo del lector. Además, a lo largo de la antología se podrá comprobar que la lucha del escritor por crear no cesa. En cualquier caso, hay que ser prudente con la musa, pues se puede apoderar de ti y de tu creación. También se apunta bastante al compromiso del lector como agente creativo. De hecho, en alguno de los cuentos el abandono de la lectura por parte de los niños o de los adultos desencadena una serie de desgracias que ponen en peligro el mundo de los libros. Así, se puede leer en uno de los cuentos: “Los niños se dieron cuenta de que el peor de los terrores nocturnos no eran las pesadillas, sino la desaparición de los cuentos que los hacían libres.”
P.- Y como dices, ¿es
el creador un donante de palabras?
R.- La donación supone una entrega desinteresada de lo que uno lleva dentro a
aquellas personas que lo necesitan. Donar palabras es un gesto que satisface al
creador y al que las recibe, siempre y cuando la sangre lingüística conserve
las propiedades adecuadas. El escritor es como un dios que entrega las tablas,
es decir, los libros al que cree en él. Por eso, en uno de los relatos de mi
anterior antología titulado “El libro antiguo”, el personaje, el propio libro,
se definía a sí mismo y a sus hermanos de esta manera: “Los libros somos la
vida de los que no pudieron vivir, somos los pasos de los que no pudieron andar
y somos los ojos de los que no pudieron ver”. Los libros son unos buenos amigos
de viaje.
P.- Y de nuevo vuelve
a aparecer Coliño, ese pueblo mítico que esconde siempre sorpresas.
R.- Por eso, en el primer cuento la alacena es una metáfora del universo que se
esconde al otro lado de Coliño. También aparecen de nuevo las palabras como
donantes que aclaran los significados a través del diccionario. Y en Coliño es
donde vive Joaquín que oculta el secreto de la construcción de su casa rural. Pero
en Coliño también suceden hechos luctuosos que necesitan una investigación,
porque ningún lugar por muy literario e idílico que sea se libra de la maldad
humana.
P.- Y Coliño es
también el territorio de la duda y de los contrastes.
R.- Dudar es el punto de partida para conocerse a uno mismo. Y eso es lo que le
ocurre a un marinero, que no sabe si es marinero en tierra o peregrino en el
mar. Y los altibajos se perciben en dos modelos de seres humanos que desean
salir de su situación.
P.- En esta nueva
antología vuelves a conceder una preeminencia o protagonismo a la mujer.
R.- María, Iria, Safo son nombres que se entregan con pasión a aquello que
emprenden. Por medio de estos personajes trato de defender y propagar una
sociedad colaborativa que camine hacia una defensa de la vida y de la
naturaleza. Así, en el cuento “En los brazos de Safo” se puede leer: “Es
posible que su isla (Mitilene) sea también una ínsula de colaboración, de paz y
fraternidad. Sin duda sus influencias (las de Safo) han creado un ambiente
propicio para reunir a numerosas mujeres en torno a su figura, donde, además,
el sexo se recibe como una declaración libre y equilibrada en consonancia con
el entorno. No es extraño tampoco que Safo y sus amigas creen a través de la
danza, el deporte y la manifestación literaria por medio del amor un mundo
emancipado, plácido y armonioso”. El equilibro entre lo masculino y lo femenino
nos alejará de enfrentamiento vacuos y nos invitará a trabajar por un mundo más
justo.
P.- Es inevitable
preguntarte también por el título de la antología, es decir, por
qué Cuentos entre encuentros
R.- Porque los cuentos crean sociedad, crean lazos de comunicación y de
relaciones, cuya expansión no tiene fin. Es semejante a esos juegos de palabras
en los que los jugadores deben crear un nuevo vocablo a partir de la sílaba
final de la anterior palabra emitida. Los cuentos se encadenan y se encuentran
en los caminos de la fantasía, alcanzando todos los rincones del mundo y
deslumbrando a los lectores y oyentes.
P.- En esta nueva
antología hay bastante humor.
R.- Es que, si no hubiera humor, no existiría la literatura. Tres de las
novelas que han marcado la transición hacia la literatura moderna como son El
Lazarillo,
P.- Y sigue habiendo
mucho mundo clásico.
R.- Creo que ya lo dije en otra ocasión. El fundamento de nuestra literatura
está allá en la sima luminosa del pasado, en Grecia y en Roma. Así pues, estos
cuentos se encuentran muy unidos a esos tiempos míticos y por eso no es extraño
que nos topemos con el dios Apolo intentando recuperar a su amada Dafne después
de tantos milenios o a Dioniso bebiendo con otros comensales. Es evidente que
lo que hacían nuestros antepasados y sobre todo en necesidades tan humanas (y
divinas) como amar y comer nosotros vamos a la zaga de sus costumbres.
P.- Sabemos que tu
anterior antología Te
tengo en cuento tuvo una
excelente acogida; de hecho. Nos gustaría saber algunas de las opiniones que
han suscitado tus relatos.
R.- Pues sin lugar a dudas las opiniones más sinceras son aquellas que proceden
de la gente joven, es decir, de los alumnos y alumnas que comienzan a recibir los
dones de las palabras. Unos destacan que jugar con las palabras como quien
juega con los amigos es una forma de conocer y acercarse a la literatura y eso
lo han descubierto en mi libro. Otros consideran que el escritor se ha adaptado
a su público. Hay quienes sienten cariño cuando han leído algunos de los
relatos, porque perciben la cercanía de ese abuelo o abuela que parece estar
sentado a la vera de sus nietos, mientras los agasaja con un cuento. También
hay estudiantes que dicen que los relatos se asemejan a la vida real y que
transmiten sentimientos de superación. En fin, leer, como dice una alumna, es
la medicina para estar feliz todos los días de la semana. Si con este segundo
libro consigo este mismo efecto, entonces la transfusión de tinta a través de
la palabra habrá dado sus frutos.