Pregunta.- En Tú eresazul cobalto tu protagonista se inspira en Frida Kahlo; ahora, en Yo no seré la implorante el personaje inspirador es la escultora Camille Claudel. ¿Por qué estas influencias?
R.- Con Frida Kahlo yo quería contar cómo una mujer de su época, a través de su vida y su arte, podía inspirar a una mujer de hoy en día. Cuando me planteo realizar esta segunda novela con la historia de Mila enseguida me viene a la mente que ella también se pudo haber inspirado en una artista, en este caso en Camille Claudel. Mujeres que lucharon por ser como ellas querían ser y no fueron reconocidas en vida como se merecían, su lucha también es la lucha de muchas mujeres hoy, no sólo en el arte (que se lo pregunten a las Guerrilla Girls) sino también en la vida; y lo que a mí me interesa es cómo el arte, que es reflejo de la vida, no es algo inútil, sino que influye en la realidad, influye en el pensamiento, en la vida y en el pensamiento de Dori y Mila, las protagonistas de las dos novelas.
P.- Camille Claudel
fue una gran escultora que vio empeñada su vida por el amor imposible con
Rodin. Eso influyó muy directamente en su salud mental. ¿Podemos hacer
paralelismos?
R.- La historia de Camille es la historia de un drama afectado por muchas
connotaciones, el amor por Rodin, el desamor por Rodin, intentar ser reconocida
como escultora, y ser acusada de que copiaba a su amor, a su desamor. Tiene
todos los ingredientes para bajar a los infiernos, lo interesante de todo eso
no es cuando se baja, que también, sino el intento por salir de él, por
reconstruirse y regresar.
P.- En ambas novelas
las protagonistas son mujeres que se buscan a sí mismas. ¿Es un reflejo de una
cierta época o es algo válido para todos los tiempos?
R.- Las novelas tratan de personajes que intentan encontrarse a sí mismas, de
ser coherente consigo mismas, a mí juicio esto es más interesante de contar
desde el punto de vista de una mujer, porque ellas suelen partir en situación
de desventaja frente a los hombres en algunos aspectos, a veces tienen que
luchar más para conseguir los mismos logros. Lo era antes, en la época de
Camille, de Frida, y pese a que muchas cosas han cambiado (en algunos países
solo), es algo que sigue sucediendo.
P.- Mila vive
intensamente la Movida madrileña. ¿Cómo reflejas aquellos años?
R.- Espero que como fueron, años de querer romper cadenas, años de mucha
libertad y de muchas expresividad cultural, años en los que se creía que la
cultura podía cambiar las cosas.
P.- ¿Es no sólo el
relato del cambio existencial de la mujer sino también un fresco de aquella
época quizás en comparación con otras épocas?
R.- Creo que este que mencionas es uno de los temas de la novela. El cambio
social que se produce en los 70, en los 80, en los 90, y cómo esos cambios
influyen en la personalidad y planteamiento vital de los protagonistas. Sí,
desde luego, es algo que me interesa mucho por experiencia propia, por ser
consciente del cambio de prioridades de una generación a otra, y creo que deja
la puerta abierta a otra nueva historia, quizás a una trilogía, con los
planteamientos de otra nueva generación.
P.-Creo que tuviste
largas conversaciones con algún protagonista de la Movida? ¿Te hizo
replantearte algo de tu libro?
R.- Sí, cuando la novela estaba ya casi terminada, tuve la oportunidad de
dialogar con Patacho, quien fuera guitarrista de Glutamato Yeye, y con Ramón
García del Pomar, quien fuera programador de la sala Rock Ola, que está muy
presente en la novela. Fueron conversaciones emocionantes porque los dos fueron
capaces de transmitirme la emoción de aquella época que ellos vivieron de
primera mano. No me replanteé nada del libro porque yo ya había estudiado la
época, pero sí me dieron mucha información que me permitieron precisar y añadir
algunos aspectos y completar mejor la ambientación. Disfruté mucho de la
conversación con los dos, y les estoy muy agradecidos, porque sin conocerme de
nada, me atendieron de maravilla. Fueron dos de esas grandes experiencias que
te regala el periodo de construcción de la novela, dos experiencias que suponen
un enriquecimiento literario, pero también vital, para el escritor y para la
persona.
P.-Es una obra con mucha documentación sobre varias etapas históricas. También tiene una cierta orientación filosófica ¿Ha sido para ti un proceso de aprendizaje?
R.- Sí, absolutamente, ha sido todo un proceso de aprendizaje personal, estoy muy contento por ello, también por esas reflexiones filosóficas que aparecen de vez en cuando, que me ha llevado a conocer a unos cuantos filósofos y filosofas en temas muy concretos y muy aplicables a la trama. Creo que he crecido, no sé si como persona, pero sí en conocimiento, y también en la manera que observar y comprender el mundo. Es precisamente por eso por lo que escribimos, por observarnos y comprendernos.
P.-¿Se puede sacar
alguna enseñanza de la lectura de tu novela sobre el cambio vital de las
mujeres en las últimas décadas?
R.- No sé si alguna enseñanza, para el escritor es un éxito que provoque, al
menos, la reflexión. Me encantaría que fuesen las lectoras y los lectores
quienes respondiesen a esa pregunta.
Todo sobre Yo no seré la implorante en la web de M.A.R. Editor
https://www.mareditor.com/narrativa/Yo_no_ser%C3%A9_la_implorante.html