Mañana viernes, 14 de octubre, a las
19:00h se presenta en la librería Oletum de Valladolid la novela El árbol nazarí,
de Asier Aparicio Fernández, publicada por M.A.R. Editor. En el acto intervendrán, junto
al autor, la escritora Ángela Hernández
Benito y la ilustradora Elena
Padilla.
El
protagonista de El árbol nazarí, se somete a un experimento:
ponerse en contacto hipnótico con un antepasado que vivió en la Granada del siglo XIV. El objetivo:
encontrar una planta de propiedades curativas insólitas que los árabes
cultivaban en los jardines de la Alhambra. Nos encontramos en la Alhambra con
personajes como el sabio Ibn al Jatib; con el cortesano y discípulo suyo Ibn
Zamrak; con Rahhu, general de las milicias magrebíes; con Ridwan, consejero de
la corte; con el cadí Al Buhhani; con el sultán de Granada Yusuf I, con sus
hijos Muhammad V e Ismail; con el usurpador Abu Said (autoproclamado Muhammad
VI); con el sultán berení de Marruecos Abu Faris, con el historiador y sabio
tunecino Ibn Jaldun y junto a ellos personas actuales, entre ellos Carlos, hilo
conductor de esta historia.
Carlos ha terminado sus estudios de
Psicología en la Universidad de Granada. Ante él se abre un futuro laboral poco
alentador. Entonces conoce a Laura. En ese momento, el profesor Larrañaga y su
colega alemán Leopoldo Gaussman le ofrecen la posibilidad de quedarse otro año
en la Facultad. Sólo tendrá que someterse a un experimento: bucear en su mente
y ponerse en contacto hipnótico con un antepasado que vivió en la Granada del
siglo XIV. El objetivo: encontrar una especie vegetal, una planta de
propiedades curativas insólitas que los árabes cultivaban en los jardines de la
Alhambra. El viaje por su mente conducirá a Carlos a un hallazgo inesperado...
Asier Aparicio
Nace en 1976 en
el País Vasco, pero desde niño vive en
Palencia. En su haber, 52 obras de teatro editadas, como Obras son amores, Obras finitas, Seis olas y
media, In the cut, y el drama
histórico Después de las flores.
Es autor de las novelas Las voces y
las piedras, La espada cincel, Barcos en la llanura, Tesela y El árbol nazarí, su primera publicación en M.A.R. Editor. Es autor de los libros
infantiles Ventolino y el rapto real y Ventolino y el collar de la luna. Ha
ejercido como jurado de concursos de poesía y relatos, y durante dos veranos ha
ofrecido sus recomendaciones literarias en Cadena SER Palencia. En 2014 recibió
el Premio "Un diez para diez" de literatura, por la vinculación de su
obra a la comarca de Tierra de Campos. En 2016 participó en el documental de
Eduardo Margareto Canal de Castilla, el sueño Ilustrado, y fue pregonero
literario en las Fiestas patronales de su ciudad.
Afirma
Asier Aparicio sobre la Granada de su novela: “La Alhambra es un lugar que
enamora. En sus edificios se dan cita muchas artes, muchas disciplinas de
pensamiento. No sólo es la arquitectura; son las matemáticas, la astronomía, la
poesía, la filosofía... Se trata de una de las construcciones más bellas del
mundo islámico, un regalo para el alma y los sentidos. Escenario de grandes
hechos históricos, y un oasis de exotismo oriental... en pleno Occidente”.
Asier Aparicio en la reciente feria del Libro de Palencia
“En El árbol nazarí participan Ibn al Jatib, Ibn Zamrak, Rahhu, Ridwan,
Al Buhhani, Yusuf… y personajes de nuestro tiempo. Existe un vínculo entre todo
actor histórico, no importan el lugar o la época. Nosotros, como ellos, somos
parte del gran drama universal, y si estamos atentos hallaremos las alegrías y
preocupaciones comunes. Se trata del mismo vínculo por el que percibimos a
Shakespeare o Aristóteles como actuales. Se puede considerar El árbol nazarí una novela histórica con
elementos de novela fantástica. Estamos lejos de conocer los límites de nuestra
mente. Ahora mismo lo que cuento es ciencia ficción, pero también lo eran
algunos de los argumentos de Julio Verne”.
Cultura musulmana, entre la
fascinación y el rechazo en al actualidad: Para el autor “Ambas cosas, como
bien demuestra la ambigüedad del sabio Ibn AlJatib, coprotagonista de la
novela. Suele suceder así en las civilizaciones humanas, al igual que en
Venecia: la majestuosidad y belleza de sus edificios... sustentadas en lodo.
Y el artista actúa como destilador de su época”.
Y el artista actúa como destilador de su época”.