P.- ¿Qué vamos
a encontrar en El
ojo de la cerradura?
R.- Es una miscelánea de relatos
de varios tipos, temáticas y extensiones. A la manera de los blogs en Internet,
cada uno tiene una serie de etiquetas que indican los temas principales: amor,
misterio, psiquis, sucesos insólitos, humor, tecnología, eros, muerte, sueños,
odio, amistad, futuro, infancia, sufrimiento, trampas, viajes, arte, escritura,
idioma, microrrelatos o voyerismo. Así el lector puede usarlas para escoger
según su humor lo que le más llame la atención leer en ese momento. Va del
cuento de pocas líneas hasta el largo de veinte páginas. Algunos han aparecido
en grupos de Facebook, en el blog http://nv-impresiones.blogspirit.com/ que mantengo desde hace
varios años, otros son inéditos o los había empezado hace tiempo y terminé de
escribir en los meses que me quedaban de plazo para el concurso.
P.- ¿Por qué
ese título?
R.- Evoca la entrada a un mundo nuevo, la puerta de la imaginación o la
curiosidad de ver lo que hay al otro lado a través de ese agujero. Es el nombre
del cuento más largo de este libro que a su vez forma parte de un cadáver
exquisito que escribimos con unos amigos a quienes animé a participar en
ese ejercicio literario. Este cadáver no fue publicado, pero al leer mi
parte de manera independiente me di cuenta de que era coherente y podía
entenderse fuera del contexto. Por eso lo incluí, al igual que el relato La
suerte está echada. Es un tipo de juego literario que me gusta por su
creatividad y la colaboración con otros escritores. Así publicamos en Ediciones
Irreverentes en 2013 el libro Democracias
intervenidas por títeres sin cabeza de quien fui coordinador y editor
literario. La
Wikipedia lo define así: «el cadáver exquisito se juega entre un grupo de personas
que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede
ver el final de lo que escribió el jugador anterior. El nombre se deriva de una
frase que surgió cuando fue jugado por primera vez en francés: “el cadáver
exquisito beberá el vino nuevo”. En resumidas cuentas se combinan cosas de una
idea agregando elementos que pueden o no pertenecer a la realidad».
P.- ¿Empleaste alguna estrategia para ganar el
IX Premio Internacional Vivendia-Villiers de relato?
R.- De vez en cuando participo en concursos
literarios más para ponerme metas y motivarme a escribir que esperando ganar.
Me sirve sobe todo para terminar un proyecto a tiempo. De cierta forma es una
lotería. Todo depende del jurado, de los intereses de los organizadores y del
mismo premio. Las grandes editoriales ponen en juego mucho dinero pues saben
que van a vender de todas formas y por el mismo motivo reciben demasiadas obras
que debe de ser difícil de leer y juzgar. Para las pequeñas editoriales es un
verdadero riesgo. En este concurso he participado cuatro veces, en dos
ocasiones fui finalista; esta ha ido la buena. Han sido cuatro libros
diferentes. El primero, Las
seis y una noches, fue accésit
de la IV edición y
publicado en 2010. En 2012 intenté con otro pero no quedé satisfecho con mi
selección de relatos ni con el orden que les di. En 2013 fui más cuidadoso y el
esfuerzo valió la pena pues estuve entre los finalistas. Esta vez quedé mucho
más satisfecho con el resultado que las anteriores. Digamos que la estrategia
fue la perseverancia.
P.-¿Cuáles son los cuentos que más te gustan de
este libro y por qué?
R.- El relato negro Con
tinta china negra muy seca es uno de ellos porque tiene una trama que
atrapa al lector y lo mantiene intrigado hasta el final según me han dicho. Me
gustó el resultado ya que lo fui armando como un rompecabezas. El relato Silvio
canta y Clara silva usa el mundo animal como pretexto para hablar del amor
ciego. Los cuentos de humor también me han gustado pues aunque no es fácil ese
género, me parece que he logrado mi cometido de hacer reír al lector. Pero hay
muchos más.
P.- ¿Cuál es la línea general de la creación
literaria de Nelson Verástegui?
R.- Me encantan los relatos fantásticos o
futuristas que me permiten imaginar un mundo mejor o al contrario una realidad
indeseable como pesadillas. La tecnología es un tema que me interesa por los
mismos motivos. Intento aplicar la definición de Cortázar que decía que la
novela gana por puntos y el cuento por nocaut; trato de sorprender al lector
con relatos más o menos cortos. La novela me interesa pero me parece más
difícil;e s cuestión de organización para tener tiempo de llegar al final sin
perderse por el camino.
P.- ¿Qué representa Francia para ti?
R.-Llevo más de la mitad de mi vida en ese
país. Vine con una beca del Gobierno Francés para estudios de postgrado
supuestamente por tres años. Llegué con un espíritu abierto: si había
posibilidad de quedarme un poco más para experiencias laborales o de
investigación, lo aprovecharía; si por falta de oportunidades me hubiera tocado
regresar al país, no habría sido una catástrofe, pues no salí para escaparme de
problemas políticos o económicos. Al final me he adaptado a esta sociedad y a
la forma de ser de la gente. Me gusta el espíritu francés con todos sus
defectos y cualidades. Es una sociedad contradictoria y libre que gusta del
debate intelectual de todo tipo. Es enriquecedora.
P.- ¿Cómo encontraste Colombia en tu último
viaje?
R.- He aprovechado para pasar cuatro meses en
mi país. Antes viajaba por tres o cuatro semanas solamente. El tiempo pasaba
muy rápido visitando a la familia en varias ciudades y encontrándome con viejos
amigos. No alcanzaba a ver el funcionamiento de la sociedad ni los cambios
profundos que ha tenido. Esta vez por
ejemplo me he dado cuenta de lo trabajadora que es la población en general, de
cómo se las ingenia para salir adelante. Me impresionó ver gente joven trabajar
casi todo el día y estudiar después del trabajo para obtener un diploma que les
permita mejorar su situación. Muchos gastan horas en transporte público para
atravesar la ciudad de sus casas al trabajo o a la universidad. Son muy
optimistas y alegres. Toman muy pocas vacaciones. Los horarios de los almacenes
son muy amplios. He podido disfrutar de
atractivos turísticos, de los platos típicos y de la música. El ambiente de
postconflicto ha sido muy benéfico para el país. Ojalá logren terminar esa
guerra con la guerrilla que lleva tantos años desangrando al país.
P.- ¿Qué representa Colombia después de tanto
tiempo en el extranjero?
R.- No hay lugar ideal. Colombia y Francia
tienen cosas buenas y malas. Aunque puedo ser crítico en ambos lados, no me
gusta quejarme. Prefiero aprovechar lo bueno de cada lado y observar cómo se
vive y se piensa en cada lugar. La posibilidad de pasar varios meses a cada
lado del charco es lo ideal pues no es la vida del turista que está de paso. Sigo
sintiéndome muy colombiano. Todavía no tengo la nacional francesa, pero es
posible que la obtenga ahora. Por fortuna los dos países aceptan la doble
nacionalidad.
P.- ¿Cómo ves la mezcla de culturas europeas y
americanas en general y en el mundo literario en particular?
R.- El contacto con el extranjero es benéfico
para los países. Los viajes forman la juventud, dice un proverbio. Claro que es
más fácil viajar en Europa que en América por las distancias y los medios de
transporte. Sin embargo en Colombia vi muchos extranjeros con los que uno se
puede relacionar y así comparar otras formas de vida. La televisión e Internet
son una ventana abierta al mundo. La mezcla de culturas es muy positiva siempre
y cuando se aproveche lo bueno de cada una. Me encantó por ejemplo asistir al
festival de cine de Cartagena de Indias donde pasan películas del mundo entero.
La feria internacional del libro de Bogotá es otro evento muy valioso que
permite el contacto con otros mundos. La cultura colombiana es muy activa en el
mundo del teatro y la literatura. Da gusto ver esas salas de teatro llenas de
espectadores o a los jóvenes buscando libros en las librerías y leyéndolos en
los medios de transporte público.
P.- ¿Qué proyectos de escritura tienes para el
futuro próximo?
R.- Intentaré seguir escribiendo por la Internet , ya sea en mi
blog o en otros grupos literarios. Tengo que organizarme pues ahora que no
trabajo me parece que el tiempo pasa más rápido y no lo aprovecho como
quisiera. Tengo una novela terminada que, ahora que la he dejado de lado y
olvidado por un tiempo suficiente, quisiera releer para verla con otros ojos y
darle los toques finales. Tengo ideas para otra novela futurista en la que
quiero explorar los cambios que podría tener nuestro mundo en un cuarto o medio
siglo. Cosas que probablemente no veré.
P.- ¿Cómo imaginas tu vida y el estado del
mundo dentro de diez años?
R.- Soy de naturaleza optimista. Me imagino que los problemas económicos
de estos últimos años se habrán resuelto en la mayor parte del planeta. Ojalá
que los extremismos políticos y religiosos mermen y llegue la paz y el progreso
a tantos lugares donde hoy son las dictaduras, corrupción y guerras los que
dominan. Soy muy curioso. Me gustan muchas cosas como la pintura, el dibujo, la
fotografía, los idiomas, el baile o el canto que quisiera practicar. Qui vivra
verra, como dicen en francés.